El Arte Perdido del Lamento

Esa tarde calurosa estaba confundida, un poco perdida. A la hora de preparar enseñanza bíblica el punto de partida es y debe ser siempre EL TEXTO BÍBLICO. Parecería obvio pero cada día es más una realidad en extinción, aunque hay esperanza por que las cosas cambian.

Mientras me preparaba para enseñar el libro de JOB a un grupo especial, creyentes en un país en el cual el evangelio y la iglesia, no solo solo restringidos sino perseguidos. “¿Cómo voy a enseñar del dolor a gente que probablemente han sufrido mas que yo?”, pensé. Pero como no se trata de mí, proseguí en mi preparación.

Ese día encontré una enseñanza del mismo libro, de sin lugar a dudas la mejor maestra de Biblia que me ha tocado: Judy Smith. Ella y su esposo fundaron una escuela que hoy en día existe mundialmente y donde estudié , en la cual nos embarcamos en una jornada hacia la profundidad de la palabra De Dios, estudiando cada libro de la Biblia, produciendo un comentario personal de cada libro, aplicaciones y para nuestro crecimiento en el discipulado cristiano.

Con 5 lecturas de cada libro y todo ese trabajo en solo 9 meses intensos de nuestras vidas, algo tiene que cambiar, algo tiene que revelarse. En su clase, aprendí acerca del arte perdido del lamento. En la vida aprendí a vivirlo. Y llorarlo.

Ese día aprendí que el que mas sabe biblia es el que más la practica. Podríamos citar la Biblia palabra por palabra, estudiarla, predicarla. Pero es el lamento es el que nos hace, como al excavar pozos de agua, profundizar y romper dolorosamente la existencia superficial, hasta conocer la verdadera profundidad de nuestra fe.

Dios no puede ser engañado, ¡AY! pero cuantas veces este corazón nuestro nos oculta nuestra verdadera realidad y condición.

El dolor y el sufrimiento, la pérdida y la decepción, nos secuestran a nuestro interior a meditar en que esta ahi. Si no lo hacemos se convierte en esa bolsa o funda de basura, con restos de pellejo de pollo que ha permanecido demasiado tiempo e inevitablemente el hedor conquistará los aires a respirar.

¿Qué tiene esto que ver con el texto? DOLOR guardado y negado es dolor desperdiciado. El dolor debe llevarnos no solo a pensar. El dolor debe llevarnos, si queremos sacar algo de ese ladrón, y resurgir mas fuertes y con esperanza, debemos examinarlo y ver el rostro en el espejo. Ponerle nombre y apellido a nuestros pecados, fallas y desavenencias. El lamento debe hacernos confesar, porque solo el arrepentimiento que debe seguir a la confesión, es el que nos libera.

La única forma de atravesar por el infierno es, atravesándolo”

Criminal Minds, CBS ( No, no recuerdo el episodio pero esa cita se quedó conmigo. Sí, soy fan de los shows policíacos)

No me mal entiendas, el dolor no necesariamente es buscado o merecido. Pero el dolor tampoco PUEDE ni debe ser EVITADO, porque nada puede detener la fuerza natural del dolor con la misma intención e ingenuidad que sería querer detener la fuerza natural de un tsunami. El dolor nos tocará a todos.

Necesitamos apremiantemente aprender a darle la cara al dolor como Cristo lo hizo. Ese famoso “pare de sufrir” o “su mejor vida ahora” son enseñanzas y provienen de una cosmovisión desviada, que mal entiende y mal representa el carácter De Dios. En algunas formas más descaradas que otras, estas enseñanzas han infiltrado la iglesia de CRISTO y el corazón hasta de los escogidos engañándolas a una falacia pseudo-cristiana que suena mas a una utopía de las que narraba Homero , que a una verdad que nos hace libres.

 “cuando el dolor tiene que ser sufrido, un poco de valor ayuda más que mucho conocimiento. Un poco de simpatía humana ayuda más que mucho valor, y el más leve rastro de amor de Dios es lo que ayuda más que cualquier otra cosa”. 

C.S. Lewis, El Problema del Dolor

Así que llora. Atraviesa el infierno del dolor porque su existencia solo tiene sentido si es atravesado, mas no habitado. Y por eso la resurrección. Y por eso los nacimientos. Porque las misericordias del Señor son nuevas cada mañana ¡Grande es su fidelidad! Llora, sigue caminando, pero no olvides, no habites en el dolor. ¡Muévete! y pon tus ojos y esperanza en una realidad mas real que tú mismo, porque El existió primero, existe eternamente, ha resucitado y es TU esperanza. Y si aún no lo es, estás a tiempo. Piensa y sal de este dolor fortalecido, porque el Creador, nos concedió esa gran capacidad de recuperación. No de olvido de aquellos a quienes hemos amado, sino de recordar que el dolor de la pérdida nos apunta a la realidad eterna. No desperdicies tu dolor.